lunes, 15 de junio de 2009
jueves, 4 de junio de 2009
Material para comentario de texto
TEXTO 1
LA EXEGÉSIS WAHABÍ DEL CORÁN
MOHAMED IBN ABD AL WAHAB (1703-1787), el fundador del wahabismo, nació cerca de Riad. Teólogo formado en la escuela jurídica hanbali, la más dogmática y estricta de las cuatro escuelas de jurisprudencia del Islam suní, comenzó a predicar en 1740 un Islam de talante especialmente intransigente basado en una interpretación literal del Corán. Se inspiró en Ibn Tayrniyya (1263- 1328), el más afamado jurisconsulto de la escuela hanbali. Ibn Tayrniyya, que enseñó en Damasco bajo los omeyas, se distinguió por el rechazo de toda innovación en la práctica religiosa; no dudó en rechazar el sufismo y en criticar a Al Gazali y a Ibn ‘Arabi, dos maestros del sufismo ortodoxo. El movimiento contemporáneo salafiyya, que predica un retorno a la pura doctrina de los antiguos y no acepta ninguna opinión innovadora, es asimismo deudor de Ibn Tayrniyya.
El hanbalismo se funda en las enseñanzas del imán Ahmad b. Hanbal (siglo IX), defensor del origen divino del Derecho, que rechazaba el concepto de interpretación personal ("ray"), así como el razonamiento mediante la analogía ("quiyas"). En efecto, cuando el Estado islámico comenzó su expansión en el siglo VII, hubo que administrar las provincias y dotarlas de funcionarios encargados de la aplicación de la ley. Sin embargo, éstos no dispusieron al comienzo más que del Corán, cuyas limitaciones como fuente del Derecho y de la legislación les llevó a discernir caso por caso las situaciones en las que se hacía preciso un juicio, de acuerdo con su criterio personal y en concordancia con la tradición del Profeta o "sunna": recopilación de sus juicios, decisiones diversas y conductas circunstanciales. Procedieron también por analogía o "qíyas", inspirándose en las decisiones de sus predecesores en situaciones similares.
Sin embargo, el hanbalismo consideraba que las especulaciones humanas no podían introducir más que innovaciones reprobables ("bid'a ") con relación al Corán ya los ahadit.
A diferencia de las otras tres escuelas jurídicas suníes, los wahabíes no reconocen más que el Corán o la "suna” (tradición del profeta) como fuente del Derecho. El Kitab al-Tawid o “Tratado de la unidad divina" de Abd Al Wahab puede de esta forma considerarse como la obra de referencia de teología wahabí. Abd Al Wahab, escapando de la oposición de las costumbres locales, de las protestas de los jefes religiosos como también de los musulmanes chiíes, se vio obligado a exiliarse y huyó a Diriya donde encontró la protección de un emir local, Muhamad b. Saud, príncipe del Najd, que adoptó entonces la doctrina wahabí. En 1744, Abd Al Wahab y la familia de Al Saud concluyen un pacto politico-militar sellado por un matrimonio. Posteriormente, después de la reconquista del Hedjaz y de las ciudades santas de La Meca y de Medina, se fundó el reino de Arabia Saudita en 1932, que tiene el wahabismo como base ideológica y política. Apoyándose en mas iones de predicadores-guerreros, los "al-Ijwan al Muslimun" (Hermanos Musulmanes), el wahabismo se extendió por todo el territorio de controlado por los saudíes y se ha convertido, con el tiempo, en una organización muy influyente.
El wahabismo, destacando el carácter estricto del hanbalismo y adoptando una lectura literal del Corán como un código normativo en detrimento de los valores espirituales, ha llevado la intolerancia al extremo de considerar como herejes a quienes no siguen escrupulosamente su dogma. Se podría pensar que, al proscribir el culto de los santos y las peregrinaciones a sus mausoleos, el wahabismo se erige en contra de la superstición y el fetichismo, lo que en sí mismo es algo positivo, pero, en realidad, si se observa la aplicación estricta de la charia (ley coránica) que defiende el wahabismo, uno se siente consternado por su obsesión en la aplicación de los castigos corporales que se consignan en el Corán y que, conviene recordarlo, datan del siglo VII. Por ejemplo, los cien latigazos en público para castigar la fornicación (sura A11- Nur, la luz, Corán, 24-2), ochenta latigazos contra el falso testimonio (sura An-Nur, Corán, 24-4), la lapidación para castigar a la mujer adúltera (sura An-Nur, Corán, 24-6,8), la amputación de la mano del ladrón o de la ladrona (sura Al-Maidah, la mesa servida, Corán, 5-38), o la amputación de la mano y de la pierna contrarias para castigar a los que "hacen la guerra contra Alá y su Mensajero" (sura Al-Madah, Corán, 5, 33) se han convertido en actos de justicia del wahabismo, que en lo sucesivo darán al Corán una interpretación completamente reduccionista y anacrónica. A ello se añade el rechazo de cualquier reproducción de imágenes, la limitación de actividades culturales, la separación de actividades masculinas y femeninas y la prohibición del alcohol y el tabaco. Por otra parte, la mujer saudí queda borrada de la sociedad: no puede obtener permiso de conducir sin cortapisas, no puede ejercer el derecho de salir del país sin la autorización por escrito de un hombre de su familia y, asimismo, a causa de no contar con Constitución alguna, el wahabismo saudí se convierte en un régimen teocrático totalitario.
Paradójicamente, el primer acto social realizado por el Profeta Mahoma en el 622, a su llegada a Medina, fue la redacción de la Constitución de Medina destinada a gobernar los asuntos de la joven comunidad (umma) que integraba no sólo a los musulmanes quraysíes emigrados con el Profeta, sino también a los mediníes ya sus aliados, incluidas las tribus judías de Medina. Pero las prescripciones religiosas escrupulosas, la designación explícita de Occidente como funestamente impío y las crisis de los petrodólares no tardaron en exponer el wahabismo a las contradicciones propias de todos los fundamentalismos. Surgieron protestas sofocadas en Arabia Saudí a fin de denunciar tanto una cierta corrupción moral y política en el seno de la familia dirigente como los estrechos lazos que mantiene con EE.UU. La familia real saudí y sus aliados wahabíes han desarrollado una política activa de proselitismo internacional para propagar el Islam wahabí más allá de las fronteras del reino. Utilizando los colosales recursos financieros de que dispone, Arabia Saudí se dedica a fomentar la islamización, según la concepción wahabí, de estados como Sudán y Pakistán. De este modo, Arabia Saudí ha financiado directamente la creación y el desarrollo de movimientos islámicos radicales.
Mourad Faher: “Introduction à la lecture du CORAN”. La Vanguardia, 7 de marzo de 2002.
TEXTO 2
Tayiko
1
ADJETIVO
De un pueblo que se extiende por regiones de Irán y Afganistán y que constituye el principal elemento poblador de Tayikistán.
2
ADJETIVO
De Tayikistán, estado de Asia central, antigua república de la URSS.
Uzbeco
1
ADJETIVO
Del pueblo de origen turco y religión musulmana que habita en Uzbekistán.
TEXTO 3
Afganistán es un país montañoso, sin salida al mar, cuya capital es Kabul. Su población, de más de 26 millones de habitantes, está formada por numerosos grupos étnicos. La religión mayoritaria es el islam. Por su posición geográfica, ha sido una nación históricamente codiciada. Su pobreza y escasa infraestructura son el resultado de muchos años de guerra y de dramáticas hambrunas en las que han muerto millones de personas. Tiene un nivel educativo muy bajo. En 1978 se proclamó como República Democrática Afgana. En 1979 se convirtió en un punto clave de la Guerra Fría, cuando el ejército soviético invadió su territorio para apoyar al líder comunista Karmal, buscando el control de una amplia zona del continente asiático.
Estados Unidos, con intereses económicos en esta zona rica en hidrocarburos, apoyaba la construcción de un oleoducto entre Pakistán y Asia Central que atravesara Afganistán. Al ser invadido el territorio afgano por el ejército ruso, el gobierno norteamericano, a través de sus servicios de inteligencia (la CIA) y de los servicios de inteligencia de Pakistán (ISI), y con el financiamiento de Arabia Saudita a Osama Bin Laden, abastecieron dinero, armas, municiones y asesores que formaron y entrenaron a la resistencia afgana: los muyahidines (guerreros santos) que lucharon contra los invasores soviéticos. En 1986, Karmal fue expulsado y en 1988 la Unión Soviética inició la retirada de sus tropas. Entonces obtuvo la presidencia el profesor Burhanuddin Rabbani. No obstante, se continuaba la prolongada guerra civil que enfrentaba a facciones bien armadas y con un extremismo religioso, lo cual provocó que cientos de miles de afganos abandonaran el país. Se calculaba en un millón el número de refugiados en Pakistán.
Los talibanes (muyahidines), estudiantes de las escuelas islámicas instaladas en los campos de refugiados de Pakistán, reaparecieron en 1994, pretendiendo devolver la paz a Afganistán e imponer la sharia o ley islámica al poner fin a la guerra civil, surgida después de 1989 con la retirada soviética. Tenían una particular interpretación del islam con los intereses de la etnia pashtun mayoritaria en el sur del país. Se consideran un movimiento reformador que basa su legitimidad en la Guerra Santa, o Jihad; actúan como grupo y no toman decisiones individuales. Su declaración de propósitos surgió en 1993 en Kandahar. La tolerancia que había tenido el islam a la diversidad religiosa fue anulada con la guerra que terminó con esta tradición. Paradójicamente, el islam, que es unificador y no permite el asesinato de otro musulmán ni por razones étnicas ni por sectarismos, se convirtió en una fuerza de división y fragmentación gracias a la interpretación diferente de la Sharia, lo cual provocó enfrentamientos interminables, sobre todo con las etnias del norte del país y con Irán, donde vivían dos millones de refugiados afganos. Esta interpretación fundamentalista del Islam enseñada por sus maestros (mullahs) fue condenada por muchas organizaciones islamitas, señalando que el orden islámico había sido reducido a un código penal, despojado de su humanismo, de su estética, de sus búsquedas intelectuales y de su devoción espiritual, ya que aquéllos sólo estaban preocupados por el poder, más no por el alma.
En 1996 los talibanes conquistaron Kabul, la capital afgana, iniciándose el gobierno del mullah Mohammad Omar. Se sostenía gracias al tráfico de la heroína y al cobro de impuestos a los productos de contrabando que atravesaban Afganistán, a la vez que apoyaban movimientos de oposición musulmana en las cinco Repúblicas de Asia Central, contando con el aval de Pakistán y Al-Qaeda, grupo liderado por Osama Bin Laden.
Pakistán, con enormes reservas de gas y petróleo y con la ambición de convertirse en el punto principal de tránsito de los grandes recursos petroleros y de gas de Asia Central, principalmente de Uzbekistán y Turkmenistán, trató de imponerse como gran potencia, por lo que necesitaba abrir un paso entre el Mar Caspio y el Océano Índico atravesando Afganistán. De aquí su alianza con los talibanes, con la cual, hasta 1998, Estados Unidos estuvo de acuerdo. En esa fecha los talibanes conquistaron una amplia zona del norte de su territorio, obligando a sus adversarios a replegarse en una estrecha franja al noreste del país.
Más de 2300 años pasaron desde que el último occidental conquistó Afganistán: Alejandro Magno, quien se enfrentó a los mismos problemas que todos los invasores: clima extremoso, geografía accidentada y habitantes dispuestos a pelear. Atravesó a pie, y con grandes dificultades, el paso Khaiwak (de 3600 m de altura) en las montañas Kinda Kush. Muchos soldados murieron congelados. Su exitosa estrategia fue hacer alianzas con los líderes de las tribus locales. Selló su amistad con uno de ellos al casarse con su hija y adoptó sus costumbres. A Alejandro Magno se le debe la fundación de Kandahar, ahora capital espiritual de los talibanes.
El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, hizo responsables de los ataques sufridos el 11 de septiembre de 2001 a la red islámica Al-Qaeda y a su líder Osama Bin Laden, a quien además se le acusó de otros actos terroristas perpetrados años atrás. Bush anunció entonces la invasión, con lo cual se inició un nuevo éxodo de cientos de miles de afganos, que caminaron cientos de kilómetros, entre polvo y ruinas, buscando desesperadamente la forma de escaparse de los horrores de la guerra. Al mismo tiempo, se arremetía contra la sociedad árabe, acusándola de retraso, de ausencia de democracia y de indiferencia hacia los derechos humanos. También empezó un trabajo diplomático y de espionaje, por parte de Gran Bretaña, para tratar de aislar al régimen afgano, y evitar así conflictos entre los países árabes conservadores –de donde procedían muchos de los extremistas- y los países árabes moderados. Arabia Saudita y los Emiratos Árabes rompen relaciones diplomáticas con Afganistán; mientras que a Pakistán se le consideraba como el único mediador, pues aún reconocía al régimen talibán. Rusia y la OTAN apoyaron a Estados Unidos.
Bush exigía a Pakistán el cierre de sus fronteras, la autorización para que fuerzas aéreas estadounidenses utilizaran sus instalaciones militares, la suspensión del abastecimiento y la entrega por parte del ISI de toda la información confidencial sobre Osama Bin Laden. Una alarmante hambruna se aproximaba sobre el pueblo afgano. Estados Unidos exigió a Afganistán la entrega de los miembros de Al-Qaeda y de su líder, a lo que el gobierno talibán respondió negativamente. Dio principio la Operación "Libertad Duradera".
Un gran dispositivo militar se desplegó en el área del Golfo Pérsico. El ejército de Estados Unidos, apoyado por su aliado permanente, Gran Bretaña, utilizó una fuerza que disponía de aviones, flota de buques de guerra y submarinos, bombas de 230 kg y misiles Tomahawk, cuyo costo oscilaba entre 600 mil y un millón 200 mil dólares por unidad. Inició la operación Libertad Duradera el 7 de octubre del 2001. Un intenso bombardeo cayó sobre los principales objetivos: Kandahar, Kabul y Jallabad. El secretario de la Defensa Donald Rumsfeld explicaba que el ataque militar, en represalia por los atentados del 11 de septiembre, no fue preparado para causar daño al pueblo afgano y reconocía que no había blancos de “gran valor” en Afganistán, ya que este país carecía de ejércitos, y de fuerzas aéreas y marina.
Osama Bin Laden, en un vídeo transmitido por la televisión árabe Al Jazeera, al iniciarse los bombardeos negó su participación en los atentados del 11 de septiembre, y declaró:
"América (Estados Unidos) prueba ahora sólo una copia de lo que nosotros hemos probado. Nuestra nación islámica ha estado probando lo mismo durante más de 80 años de humillación y desgracia; sus hijos han sido asesinados y su sangre ha sido derramada, sus lugares santos profanados (…) Un millón de niños inocentes mueren ahora mismo, asesinados en Irak, sin pena alguna (…) Nunca escuchamos ninguna condena (…) cada día vemos a los tanques israelíes yendo a Jenin, Ramallah, Beith Jalla y otros lugares del islam. Y no oímos a nadie levantar la voz (…) Juro por Alá que América no vivirá en paz antes de que reine la paz en Palestina y antes de que todo el ejército de infieles abandone la tierra de Mamad (…) Alá es grande. Gloria para el Islam."
Después de semanas de prolongados bombardeos, con un saldo de miles de muertos y un millón de nuevos refugiados, hambre, angustia y destrucción, la Alianza del Norte, formada por una coalición de etnias opositoras a los talibanes, tomo Kabul el 13 de noviembre del 2001 con el apoyo de Estados Unidos. Se puso precio a la cabeza de Osama Bin Laden: 25 millones de dólares. Sin embargo, han pasado más de dos años y aún no ha sido encontrado, ni se le ha podido comprobar fehacientemente la autoría de los atentados del 11 de septiembre. El presidente de Afganistán en el exilio, Burhanuddin Rabbani, reconocido por la ONU, regresó a Kabul prometiendo la instauración de un gobierno de amplia base étnica.
El presidente Bush, por su parte, en un discurso pronunciado en enero del 2002 ante el congreso de su país, dijo a los estadounidenses que se prepararan para combatir a los terroristas, y se refirió a la existencia de un “eje del mal” formado por Irak, Irán y Corea del Norte. Agregó que confiaran “en el amoroso Dios que está detrás de toda la vida y toda la historia (…) La libertad que nosotros valoramos no es el regalo de América al mundo: es el regalo de Dios a la humanidad (…)”. Se sustentaba así el poder militar. Otra invasión se preparaba.
JOSÉ LUIS GÓMEZ NAVARRO. Historia universal, 2004.
TEXTO 4
AYMÁN AL ZAWAHIRÍ (nacido el 19 de enero de 1951) es miembro prominente del grupo al Qaida y ex jefe de la organización Yihad Islámica de Egipto.
Ha usado los nombres Abu Muhammad, Abu Fatima, Muhammad Ibrahim, Abu Abdallah, Abu al Mu'iz, El Doctor, El Profesor, Nur, Ustaz, Abu Mohammed, Abu Mohammed Nur al-Din, Abdel Muaz (Abdel Moez, Abdel Muez) y otros como alias. Es llamado Doctor Muerte por algunos medios de comunicación occidentales.
En 1998, fusionó la Yihad Islámica Egipcia con al Qaida, y desde entonces se le considera "lugarteniente" del jefe de al Qaida, Osama bin Laden.
Al-Zawahirí es de una familia de clase media de Maadi, zona conurbada de El Cairo, Egipto, y se dice que de joven fue estudioso. Sin embargo, los acontecimientos (posiblemente la Guerra de los Seis Días en 1967) lo encaminaron por un rumbo mucho más radical. A sus 14 años, ya formaba parte de los Hermanos Musulmanes, grupo islamista radical. Para 1979 ya se había integrado en la Yihad Islámica, donde acabó por convertirse en uno de los principales organizadores y reclutadores. Fue uno de los cientos de arrestados luego del asesinato de Anwar Sadat, pero como el Gobierno egipcio no pudo probarle nexo alguno con el crimen, fue puesto en libertad.
En los años 80 viajó a Afganistán para participar en la resistencia de los muyahidines contra la ocupación de la Unión Soviética. Ahí conoció a Osama bin Laden, quien dirigía una base de muyahidines llamada Majtab al-Jidamat (MAK, por sus siglas en inglés); ambos trabajaron bajo la tutela del palestino Abdullah Azzam.
En 1990, al Zawahirí regresó a Egipto, donde siguió llevando a Yihad Islámica por rumbos más radicales empleando el conocimiento y las tácticas aprendidos en Afganistán. En 1997, se lo consideró responsable de la matanza de 58 (ó 67) turistas extranjeros en la población egipcia de Luxor, por lo que fue condenado a muerte en su país.
En 1998, emitió con Osama bin Laden una fatwa conjunta titulada "Frente Islámico Mundial contra Judíos y Cruzados", paso importante para ampliar sus conflictos a una escala mundial.
Desde la invasión estadounidense de Afganistán, se desconoce el paradero de al-Zawahirí; según notas de prensa del año 2002, habría sido muerto por fuerzas desconocidas, pero a principios de septiembre de 2003 se envió tanto un video de al Zawahirí y bin Laden como una cinta de audio a la cadena de televisión al-Yazira, de Qatar, con la que se pretendía dejar constancia que ambos seguían con vida.
El 18 de marzo de 2004, Pervez Musharraf, presidente de Pakistán, informó que sus tropas tenían acorralado a Aymán al Zawahirí. El cerco terminó para el 22 de marzo de 2004 cuando los supuestos combatientes de al Qaida al parecer escaparon por unos túneles; no se pudo confirmar que al Zawahirí estuviera entre ellos.
Wikipedia
TEXTO 5
AL QAEDA O AL QAIDA (en árabe: al-Qā‘ida: ‘la base’) es una organización terrorista, yihadista, que se plantea a sí misma como un movimiento de resistencia islámica alrededor del mundo, mientras que es comúnmente señalada como una red terrorista internacional. Se dice que su fundador, líder y mayor colaborador es Osama bin Laden, un multimillonario de origen saudí, que se educó en universidades del Reino Unido y fue financiado por la CIA durante la guerra fría.
Su estructura organizativa basada en células de militantes y redes de contactos clandestinos, muy parecida al modus operandi de los carteles de narcotraficantes, le ha dado una muy amplia movilidad de acción y una gran dificultad para desarticularla.
En diciembre de 1978 el príncipe Turki Al Faycal, director de los servicios secretos saudíes, reclutó a Bin Laden para gestionar financieramente las operaciones de la CIA estadounidense en Afganistán. La CIA invirtió 2000 millones de dólares para lograr el fracaso de la Unión Soviética, que en ese momento estaba librando una guerra en el país centroasiático. Los servicios saudíes y estadounidenses reclutaron a fundamentalistas islámicos, los armaron y aleccionaron en una jihad para combatir a los soviéticos. Bin Laden gestionaba las operaciones financieras en un fichero informático llamado al Qaida (literalmente ‘la base [de datos]’). Desde entonces, muchos extremistas miembros de los muyajidín se fueron asociando a la red Al Qaida.
Las acciones de estos combatientes extremistas iban dirigidas contra determinados gobiernos en regiones tan diversas como Afganistán (contra la ocupación de la URSS) o la extinta Yugoslavia (para detener el genocidio musulmán en Bosnia y Herzegovina). Existen sobradas evidencias documentadas sobre el apoyo indirecto de la administración de EE. UU. y de la CIA a la lucha afgana contra la invasión soviética porque comulgaba con sus intereses durante la guerra fría, pero no existen pruebas que apoyen las acusaciones de que el grupo liderado por Osama bin Laden y Ayman al-Zawahiri fuera financiado y entrenado por la CIA o por el gobierno de EE. UU. Según el gobierno estadounidense, EE. UU. apoyó a los soldados afganos en su defensa contra la invasión soviética y los que después entrarían a formar parte del grupo se unieron a la lucha y se aprovecharon del apoyo estadounidense.
La organización ha construido campos para aquellos militantes musulmanes repartidos por el mundo, entrenando a miles en técnicas paramilitares. Recientemente sus agentes se han involucrado en numerosos ataques terroristas, como la destrucción de las embajadas estadounidenses en Nairobi (Kenia) y Dar es Salaam (Tanzania) en 1998. En Daar-es-Salaam fallecieron once personas, aunque ninguno era estadounidense, mientras que en Nairobi perecieron 213 personas de las cuales 12 eran estadounidenses.[1] El 12 de octubre de 2000 Al Qaida realizó el ataque suicida con bomba contra el buque de guerra estadounidense USS Cole en las costas de Yemen, dejando 17 marineros muertos e hiriendo a 39 más.
En el año 2008, unas amenazas por parte de Al-Qaeda, provocaron la suspensión total de Rally Dakar 2008. En 2009 Barack Obama quiere acabar con la red terrorista Al Qaeda en conjunto y con ayuda de otros países como Francia o España.
En 2001 se creía que Bin Laden y otros líderes de Al Qaida se encontraban bajo la protección de los talibanes, un grupo islámico que controlaba la mayor parte de Afganistán. En ese mismo año cambió radicalmente la actividad de este grupo, alcanzando cotas de terror nunca antes imaginadas. Según la CIA y el FBI, 19 militantes de Al Qaida dirigidos por el egipcio Mohammed Atta llevaron a cabo el 11-S (atentado del 11 de septiembre) contra el Pentágono y el Centro Mundial de Comercio (WTC). Aquel fue el atentado sucedido en EE. UU. más terrible de la historia, con unos 3000 muertos.
Inicialmente según los planes de al Quaeda en 1995 era proyectar aviones como misiles a edificios de los Estados Unidos y derrumbar los iconos del poder Americano, dentro de estos puntos eran: la Torre Sears (Chicago), El Pentágono (Washington), Pirámide Transamerica (San Francisco), World Trade Center(Nueva York), La Casa Blanca (Washington D.C.) y el Empire State Building (Nueva York).
EE. UU. respondió iniciando un ataque masivo contra las fuerzas talibanes y de Al Qaida en Afganistán, matando y capturando a miles de militantes y civiles sin relación alguna con el conflicto, obligando al resto de sus líderes a sumirse inicialmente en la clandestinidad. A pesar de la subsiguiente captura de varios de sus miembros claves (incluyendo el militante que supuestamente planeó y organizó los ataques del 11-S), la actividad del grupo y sus franquicias, lejos de desparecer, cambiaron de organización para convertirse en una organización internacional y coordinada con militantes repartidos por todo el mundo.
El presunto objetivo de Al Qaeda es reunir a todos los musulmanes bajo un mismo gobierno regido en forma estricta bajo la ley islámica y establecer un nuevo Orden Mundial. Para ellos, aquellos gobiernos que no se ajustan a esta política deben ser derrocados. Desde su principio, Al Qaida ha considerado a Occidente y su forma de vida como el principal enemigo del Islam, y ha llamado a todos los musulmanes a embarcarse en un yihad, entendido como guerra santa, en especial contra los países líderes de Occidente, principalmente EE. UU., Reino Unido e Israel.
VALENZUELA, J.: España en el punto de mira. La amenaza del integrismo islámico. Madrid. 2002.
TEXTO 6
Usāma bin Muhammad bin `Awad bin Lādin (10 de marzo de 1957), conocido como OSAMA BIN LADEN, es un multimillonario saudí, miembro de la familia bin Laden y guerrillero yihadista. Es conocido mundialmente por ser el fundador de la red terrorista al Qaida y por su implicación en numerosos ataques terroristas en contra de los Estados Unidos y otras potencias occidentales, incluyendo el ataque con bomba al World Trade Center en la ciudad de Nueva York en 1993, y el ataque suicida con bomba al buque de guerra estadounidense USS Cole en las costas de Yemen, así como los ataques a las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, durante la década de los 90. También se sospecha que puede estar detrás de los ataques del 11 de septiembre de 2001 al World Trade Center y al Pentágono en las proximidades de Washington, DC.
Recientemente, parte de la opinión pública internacional ha afirmado que puede que Osama Bin Laden lleve varios años fallecido, algo que no ha sido desmentido ni por Al-Qaeda, ni por la CIA. También se ha señalado que su figura se ha mitificado en Europa y Estados Unidos como cabeza absoluta de Al Qaeda, simplificando la estructura descentralizada de la organización.
Bin Laden, nacido en Riad, Arabia Saudí, fue el decimoséptimo hijo (entre más de cincuenta) de Mohammad bin Laden, uno de los empresarios de la construcción más ricos de Arabia Saudí. Bin Laden fue criado como un devoto musulmán wahhabi. De 1968 a 1976 asistió a una escuela secular "élite" llamada Al-Thager. Se graduó en Administración de Empresas en la Universidad Rey Abdul Aziz. Cuando su padre murió en un accidente en helicóptero en 1968, su enorme imperio industrial, el Grupo Binladin, pasó a manos de sus hijos.
Poco después de que la Unión Soviética invadiera Afganistán en la famosa guerra de Charles Wilson (senador), el 26 de diciembre de 1979, bin Laden, así como miles de otros proafganos alrededor del mundo, se unió a la resistencia . En 1980 comienza a reclutar guerrilleros para la resistencia y establece sus primeros campamentos. Entrenado por la CIA aprendió cómo mover dinero a través de sociedades fantasmas y paraísos fiscales; a preparar explosivos; a utilizar códigos cifrados para comunicarse y a ocultarse. Por esa época los Estados Unidos colaboraban incondicionalmente con los grupos afganos, debido a su participación en la guerra contra la URSS (entre 1979 y 1989 los norteamericanos entregaron cerca de tres mil millones de dólares a la resistencia afgana, que favoreció a Bin Laden). Después de la retirada soviética en 1989, bin Laden regresó a su país como un héroe, pero su objeción a la presencia de tropas estadounidenses en Arabia Saudí durante la Guerra del Golfo le llevó a una creciente desavenencia con los líderes de su país.
En 1988 creó con apoyo estadounidense una red terrorista conocida como al Qaeda (en árabe: al-qā`ida, "la Base"), la cual consistía, en gran medida, en militantes musulmanes que Bin Laden había conocido en Afganistán, tales como su lugarteniente Aymán al-Zawahirí, junto con el propio Bin Laden. El grupo presuntamente financió y organizó varios ataques por todo el mundo, incluidas la detonación de coches bomba contra blancos estadounidenses en Arabia Saudí en 1996, el asesinato de turistas en Egipto en 1997, y los ataques con bomba simultáneos a las embajadas estadounidenses en Nairobi (Kenia) y en Dar es Salaam (Tanzania) en 1998, los cuales terminaron con la vida de casi 300 personas.
En 1994, después de que el gobierno saudí confiscara su pasaporte después de acusarlo de subversión, bin Laden huyó a Sudán, donde se le acusa de haber organizado campos de entrenamiento terroristas y de donde fue finalmente expulsado en 1996. Luego regresó a Afganistán, donde recibió protección de los talibanes, la milicia gobernante.
Entre 1996 y 1998, bin Laden emitió una serie de fatwas (en árabe: "decretos religiosos") declarando una guerra santa contra los Estados Unidos, al cual acusó, entre otras cosas, de saquear los recursos naturales del mundo musulmán y de ayudar e incitar a los enemigos del Islam. Al parecer la meta de bin Laden era involucrar a los Estados Unidos en una guerra a gran escala en el mundo musulmán, que terminaría con los gobiernos musulmanes moderados y restablecería el califato (un único Estado musulmán). Con este fin, al Qaeda, con la ayuda de la considerable riqueza de bin Laden, entrenó y equipó a terroristas. Tuvo miles de seguidores por todo el mundo, en lugares tan diversos como Arabia Saudí, Yemen, Libia, Bosnia, Chechenia y las Filipinas.
El 11 de septiembre de 2001 cuatro aviones comerciales se estrellaron en las Torres Gemelas, El Pentágono y Pensilvania. Las autoridades americanas le culparon de la preparación y financiación del atentado. No obstante, inicialmente negó toda responsabilidad de dichos atentados en un comunicado a Al Jazeera. El gobierno de EEUU, sin embargo, creía seguro que él había sido el culpable máximo de los atentados y, ante la negativa del régimen Talibán de entregarlo sin más pruebas fiables, invadieron el país para encontrarlo.
La búsqueda fue totalmente infructuosa: se dio con el paradero de los principales líderes del régimen Talibán, pero no se halló ni rastro de bin Laden. Llegó a afirmarse que ya había muerto en alguno de los bombardeos que tuvieron lugar durante la invasión. Sin embargo, en la ciudad de Jalalabad localizaron un vídeo donde aparecía bin Laden reivindicando los atentados, con lo cual el gobierno americano pudo justificar la invasión a Afganistán, ya que ello constituía una prueba de su culpabilidad. Sin embargo, también supuso una pérdida de credibilidad para la CIA ya que anteriormente habían anunciado que probablemente estaría muerto.
Existe un gran debate acerca de si la persona que aparece en dicho vídeo es realmente Osama Bin Laden. Los principales argumentos a favor de que no es él son el poco parecido del hombre del vídeo con fotografías anteriores de Bin Laden; el hecho de que lleve un anillo de oro en un dedo, lo cual está prohibido por la doctrina islámica que profesa; y que utilice su mano derecha para escribir una carta, cuando en el expediente del FBI consta que es zurdo. Hay quien opina que el vídeo no es más que una falsificación para culpar a bin Laden y tener una justificación de la invasión de Afganistán y la culpabilidad de Al Qaeda. A pesar de todo esto, las autoridades estadounidenses afirman que el vídeo es auténtico, que el que aparece en él es Osama Bin Laden y que por tanto el vídeo es una prueba de que fue el autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre.
Bin Laden supuestamente reivindicó los atentados en Octubre de 2004, es decir, tres años después de cometidos, justo antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, enviando un vídeo a la cadena de televisión Al Jazeera, en el que se le ve con aparente buena salud, leyendo un papel, y haciendo gestos a cámara para enfatizar parte del discurso.
Sin embargo, la mayoría de dichos vídeos no son más que un discurso pronunciado presuntamente por Bin Laden con una foto suya de fondo, lo cual ha alimentado la polémica sobre si dichos vídeos son realmente suyos y sobre si realmente sigue vivo.
Actualmente, el papel de Bin Laden en el 11-S sigue sin estar claro. El FBI admite que no tiene ninguna evidencia que demuestre la participación de Bin Laden en los atentados, razón por la cual dichos atentados no figuran en la lista de actos terroristas por los que el FBI le busca.
El 7 de noviembre de 2007, antes de ser asesinada por supuestos "terroristas", Benazir Bhutto reveló que Osama Bin Laden fue asesinado por Omar Sheik. Esta revelación fue suprimida por la BBC de la entrevista original.
Beyer, Lisa. «El Hombre Más Buscado del Mundo», The Time, 24 de septiembre de 2001.
«Young Osama» The New Yorker magazine. 7 de marzo de 2009.
TEXTO 7
AHMED SHAH MASSOUD nació en una aldea del Valle del Panjshir (Afganistán) en 1953, hijo de un funcionario del gobierno. Recibió una buena educación, pudiendo estudiar ingeniería en la capital del país, Kabul.
Tras los golpes de timón venidos de Moscú que sacudieron el país a finales de los 70, Massoud empezó la lucha por la independencia del país, primero integrando grupos de resistencia clandestina y ya en plena invasión soviética a Afganistán en la guerrilla que se oponía a los soviéticos.
En pocos años llego a ser un combatiente reconocido, organizó una resistencia eficaz contra los invasores y los afganos que apoyaban a los soviéticos. Siendo a partir de 1984 cuando intensifica la lucha contra el Ejército Soviético. Gracias a sus conocimientos de la geografía de su tierra natal, el Valle del Panjshir, allí pudo dar golpes muy duros a los soviéticos.
Tras 1989 y el abandono por parte de las fuerzas del ejército rojo del país, Massoud siguió combatiendo contra el gobierno pro-soviético que estuvo en el poder hasta la caída de la URSS. Seria en 1992 con un nuevo gobierno islámico moderado cuando Massoud sería nombrado ministro de defensa, pero la guerra civil que se estaba gestando en el país hizo que este gobierno no durase mucho.
A mediados de los 90, tras la caída del gobierno provisional y la guerra civil en Afganistán, Massoud se vio obligado a retirarse al norte del país por el empuje de las tropas talibán que estaban ganando la guerra civil con el apoyo de Pakistán y Arabia Saudita.
Massoud se hizo fuerte en el norte del país, donde lidero militarmente a la Alianza del Norte un conglomerado de diferentes fuerzas políticas, militares y étnicas que se oponían a los talibán. Aunque consiguió defender el norte del país y una unión y organización entre las fuerzas que integraban la Alianza del Norte no consiguió éxitos militares que pudieran extender su influencia por el resto del país, llego a ocupar solo el 10% o menos de Afganistán, siendo el norte su principal baluarte.
Recibiría ayuda de naciones fronterizas, de Rusia e India (ya que Pakistán, eterno enemigo, ayudaba a los Talibán). Pero era insuficiente y no contaba con los suficientes hombres para representar un problema a los nuevos señores de Afganistán.
Su muerte se produciría el 9 de septiembre del 2001, pasando desapercibida en el mundo entero ya que ocurrió dos días antes del 11-S. Lo que podría haber acabado con la Alianza del Norte, pero los atentados en Nueva York y la posterior guerra contra el terrorismo por parte de los EE.UU. ayudaría a la Alianza del Norte con suministros, fuerzas especiales y el poder de la aviación.
Su muerte se produjo en un acto suicida por parte de Al-Qaeda. Varios suicidas se hicieron pasar por periodistas extranjeros y le dieron muerte.
En Afganistán es recordado como un mito por su lucha contra los soviéticos y posteriormente contra los Talibán.
http://es.wikipedia.org
TEXTO 8
¿QUIÉN ES EL MULÁ OMAR?
Los clérigos y seguidores del movimiento Talibán lo llaman su "Comandante de la Fe".
A pesar de su popularidad en Afganistán, su negación a ser fotografiado o filmado, impide tener una imagen de este hombre de 41 años, robusto, barbado de turbante negro y una cicatriz donde alguna vez hubo un ojo que perdió en la "yihad" contra las tropas rusas.
Solitario y elusivo, sin embargo, ha cultivado una amistad con el hombre más buscado del mundo, el disidente de origen saudita, Osama Bin Laden.
El futuro de éste, así como el de la paz mundial, está en cierto modo en sus manos, ya que este miércoles preside la asamblea de clérigos, que de acuerdo a los principios del Islam y la Sharia deberá decidir si acepta las exigencias de EE.UU.
Entre el Corán y las armas
El mulá Mohammed Omar se ha convertido en un personaje casi mítico de la torturada historia de Afganistán.
Hijo devoto de una familia pobre de agricultores del sudoeste del país, se cree que en su juventud se trasladó a Pakistán a estudiar el Islam en un "madrassa" (seminario) cerca de Karachi.
Pero su papel protagónico comienza en un seminario de la ciudad afgana de Kandahar, donde encabezó el movimiento en contra de la dirigencia política respaldada por Moscú y acusada de corrupción.
En 1994, Omar lanzó al movimiento Talibán (palabra que significa estudiantes o seminaristas) en una rebelión por todo el país, abriendo una "guerra santa" contra Rusia.
Durante esta lucha, su arma favorita fue el bazuka lanzagranadas. Fue en el fragor de una de estas batallas cuando perdió su ojo derecho, cuya órbita hizo suturar para siempre.
Según dicen quienes lo conocieron en la austeridad de la casa de Kandahar (de donde raramente sale), ninguno de los "guerreros islámicos" que lo rodea puede sostener la mirada por mucho tiempo a ese único ojo de águila penetrante y a su expresión donde lo menos común es una sonrisa.
Amistad y familia
La llegada del jeque Osama Bin Laden a Afganistán y su apoyo económico significaron un cambio importante para el régimen que comenzó como un movimiento de estudiantes del Islam y terminó controlando el 90% del territorio afgano.
El disidente de origen saudita hizo rápido contacto con los máximos dirigentes religiosos, pero especialmente trabó amistad con Omar.
Una amistad que se selló cuando Bin Laden, entregó a su hija mayor para que se convirtiera en la cuarta esposa del mulá Omar.
En respuesta, Omar defiende a ultranza a su amigo y "suegro", contra las acusaciones de Washington, de que fue él quien estuvo detrás de los atentados contra el World Trade Center y el Pentágono.
Según algunos informes de inteligencia, ambos mantienen conversaciones diarias a través de teléfonos satelitales y se encuentran periódicamente para ir a pescar.
Hace pocos meses, Omar dijo al primer periodista que logró entrevistarlo (el paquistaní Rahimullah Yousifzei): "a lo largo de mi vida vi cómo se destruyó la mitad de Afganistán; estoy listo a ver la otra mitad destruida antes que entregar a Osama Bin Laden".
Al mismo tiempo que la paz mundial, su poder también se pone a prueba en la reunión de este miércoles.
Para algunos analistas, el gobierno del Talibán ha empezado a observar ciertas fracturas en el último tiempo, y la situación creada a partir de los ataques a Estados Unidos, pueden ahondarlas o consolidar el movimiento a Omar como su único y máximo dirigente.
BBC Mundo.com. Miércoles, 19 de septiembre de 2001 - 14:05 GMT
TEXTO 9
OSAMA BIN LADEN FUE ASESINADO
Debería poner el signo interrogativo, por prudencia. Yo no lo he visto, no tengo pruebas. Pero la persona que dice que ha sido asesinado no era una persona sin importancia en la escena pakistaní. Y su muerte, muy reciente, me parece como si fuera una confirmación indirecta de la validez de su revelación. Por esta razón no pongo el signo interrogativo. Que lo pongan los maestros del periodismo – italiano y mundial – que han callado, así como han hecho con las miles de verdades del 11 de septiembre, también lo hacen con esta noticia. Durante más de dos meses. Exactamente dos meses y 11 días. Porque esta noticia, con la “N” mayúscula es del 2 de noviembre 2007.
La autora se llamaba Benazir Bhutto. El lugar de la revelación el programa en inglés de Al Jazeera “Over the World” presentado por David Frost, que precisamente comenta con Benazir el atentado del pasado octubre que había provocado 158 muertos, la primera vez que regresó a su patria.
Benazir dice, textualmente que “the man who murdered Osama Bin Laden” (el hombre que ha matado a Bin Laden”) es Omar Sheikh. He observado con atención (y muchos otros antes que yo): y los labios dicen precisamente esto. Alguien recordará que Omar Sheik es ese agente del servicio secreto militar pakistaní ISI que transfirió 100 mil dolares a Mohammed Atta el día antes del atentado del 11/9. Aquí termina la noticia y empieza el escándalo, es más, una montaña infinita de escándalos, uno dentro de otro. El primero deja sin palabras. Al Jazeera recibe la noticia en directo. Su presentador, David Frost, un hombre experto, parece que no se da cuenta. No interrumpe a Benazir, no pide aclaraciones.
El segundo escándalo es el silencio de todos los medios de comunicación occidentales (y obviamente italianos). Incluso en el caso de que Benazir Bhutto hubiese declarado algo falso, su declaración hubiera sido una bomba atómica en el panorama mundial. Al menos para desmentirla. Sin embargo nada. Silencio. ¿No se dieron cuenta? Miro al contador de You Tube, esa noche del 13 de enero 2008, y veo que 292.364 personas han visto ese video. Todos menos los directores de todos los periódicos y de todas las TV de occidente.
Otras decenas de files tv, en You Tube, en Wikipedia, en otros sitios, analizan, hacen comentarios, desde hace dos meses y nadie escribe ni un renglón, ninguno de los medios de comunicación del “mainstream”(los medios de comunicación más importantes) dedica un renglón, una imagen a la explosión de interrogantes contenida en esas palabras. “El Economist”, ilustre mampara, como muchos otros, ha dedicado apenas una portada de su penúltimo número a Paquistán, definiéndolo “el lugar más peligroso del mundo”, pero no ha dedicado ni siquiera medio renglón a esta noticia. Y nosotros estamos todos involucrados en la lucha mundial contra el terrorismo, pero ningún gobierno, tampoco el gobierno americano, tampoco la CIA, tampoco el FBI, se dan cuenta de que la persona que han indicado como jefe del terrorismo mundial la han matado, o podrían haberle matado. El presidente George Bush sigue repitiendo sus jaculatorias sobre el terrorismo y sus amenazas contra Irán y nadie le ha dicho nada. Ni siquiera ese Dios en la espalda del que, cuando está de mal humor, llora por la mañana después de haberle implorado que baje a hacerle compañía.
No piden ni siquiera saber cuándo, eventualmente, habría sido asesinado. Quizás porque alguien teme haber mandado al aire una declaración suya en video post mortem sin saberlo.
Quién sabe si ahora Umberto Eco irá a revisar sus comentarios sobre la falta de la “garganta profunda” respecto al 11 de septiembre. Cierto es que la pobre Benazir Bhutto no era, mientras estaba viva, una garganta profunda. Ella no tenía nada que ver con el 11 de septiembre. Pero ahora me resulta más claro el porqué la han asesinado. Sabía demasiadas cosas y una de ellas la ha dicho. Y ha sido suficiente. El resto tiene que ver con nosotros. ¿Cómo podemos tolerar todavía ser corruptos y dejar en las manos de mentirosos y de gandules la información de nuestro país?
Giulietto Chiesa (periodista, europarlamentario y presidente de la Asociación Megachip): “Osama Bin Laden fue asesinado”, Megachip (http://www.megachip.info),14 de enero 2008.
TEXTO 10
EL ASESINATO DE BENAZIR BHUTTO, antigua Primera Ministra de Pakistán (1988-90; 1993-96) y, en el momento de su muerte, líder del opositor Partido Popular de Pakistán (PPP), ocurrió el 27 de diciembre de 2007. Después de haber pronunciado un mitin en el parque Liaquat National Bagh de Rawalpindi, al sur de Islamabad, Bhutto recibió disparos en el cuello y en el pecho por parte de un suicida que posteriormente detonó una bomba, causando la muerte de al menos otras 38 personas y 43 heridos. Bhutto estaba en campaña de cara a las elecciones de enero de 2008. Dos meses antes, poco después de su retorno del exilio, sobrevivió a un atentado similar que acabó con la vida de al menos 136 personas.
Según el gobierno del actual presidente Pervez Musharraf, Bhutto habría sido víctima de la red Al Qaeda "según todas las probabilidades" y que estaba entre los "objetivos" de ésta. "Según toda probabilidad, Al Qaeda está detrás de este atentado trágico destinado a sabotear la seguridad de Pakistán", declaró el viernes el portavoz del ministerio pakistaní del Interior Javed Cheema.
Sin embargo, el líder tribal de Al Qaeda en Pakistán, Baitullah Mehsud, negó cualquier vinculación con el asesinato de Bhutto
El PPP acusó a Musharraf del asesinato de Bhutto, complicándose el panorama de las próximas elecciones legislativas. Mark Siegel, portavoz de Bhutto en Washington, hizo público un mensaje, recibido por correo electrónico, donde la misma Benazir hacía responsable a Musharraf de su asesinato.
Benazir Bhutto fue asesinada a dos semanas de las elecciones legislativas en el país – previstas para el 8 de enero –, y el otro líder de la oposición, Nawaz Sharif, exigió la renuncia de Musharraf, argumentando que si el gobierno persiste en llevar a cabo las elecciones, "conducirá al país a la destrucción".
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